Entrenamiento Vesical

¿Qué es el entrenamiento vesical?

El entrenamiento vesical es quitarse los malos hábitos y aprender los buenos hábitos, devolviéndole el control a usted, más que dejar que sea su vejiga quien le controle a usted y a su vida. Las investigaciones han mostrado que muchas mujeres opinan que el entrenamiento vesical reduce la frecuencia, la urgencia y la incontinencia de urgencia.

¿Cómo obtengo el control vesical?

  1. Los programas de entrenamiento vesical le ayudan a aumentar el tiempo entres las idas al baño, le ayudan a aumentar el volumen que su vejiga pueda almacenar, y le ayudan a controlar los síntomas de urgencia cuando la vejiga se contrae innecesariamente. El reentrenamiento vesical es para ayudarle a retomar el control sobre la vejiga.
  2. Parte del programa de entrenamiento vesical es entender los mensajes que su vejiga le envía, a qué mensajes debe escuchar y cuales puede ignorar. Un programa de entrenamiento vesical debería ayudarle también a reconocer cuando su vejiga está llena y cuando no lo está́.
  3. A su vejiga le puede tomar muchas semanas, meses o incluso años, adquirir los malos hábitos, de modo que usted no retomará el control inmediatamente. Tomará tiempo, compromiso y paciencia para reentrenar su vejiga hacia los buenos hábitos. Siéntase animada la mayoría de las personas observan alguna mejoría dentro de 2 semanas, aunque puede tomar 3 meses o más retomar el control sobre la vejiga.

¿Cómo mejorar la frecuencia (polaquiuria)?

  1. ¿Con qué frecuencia va usted al baño durante el día? Si va a intervalos menores de 2-3 horas, necesitará tratar de aumentar el tiempo entre las idas al baño. Por ejemplo, si usted va cada hora, ponga el próximo límite a una hora y 15 minutos. Si tiene la sensación de urgencia antes que se haya pasado el tiempo, trate algunas de las ideas de la próxima sección para controlar esta sensación y hacer esperar a la vejiga.
  2. Si usted puede aguantar este tiempo propuesto, y logra hacerlo por 3 a 4 días seguidos, aumente el tiempo nuevamente. Gradualmente aumente el tiempo entre las idas al baño hasta que logre ir cada 2-3 horas durante el día.
  3. Trate de disminuir el número de idas al baño que usted hace “sólo por si acaso”. Por ejemplo, pregúntese si realmente necesita ir cada vez que usted sale de su casa – si usted apenas acaba de ir hace 20 minutos, tal vez usted no lo necesite. Una vejiga normal almacena confortablemente 400 ml lo cual equivale a 2 tazas llenas.

¿Cómo vencer la urgencia y la perdida por urgencia?

Trate de poner en práctica todas estas ideas para el control de la urgencia y lograr que la vejiga espere. Verifique qué ideas son mejores para usted y úselas según las necesite.

  1. Contraiga los músculos del piso pélvico tan fuerte como pueda y aguante tanto como pueda. Siga haciendo esto hasta que sienta que desaparece la urgencia o está bajo control. Al contraer los músculos del piso pélvico ayuda a contraer la uretra (conducto que viene de la vejiga), la mantiene cerrada y previene la incontinencia.
  2. Contraiga los músculos del piso pélvico rápidamente y tan fuerte como pueda, después relájelos. Repita esto varias veces seguidas. Algunas mujeres notan que varias contracciones seguidas les funciona mejor que tratar de mantener una contracción por un largo periódo.
  3. Haga presión firme en la región perineal, esto puede hacerlo al cruzar las piernas o al sentarse sobre una superficie firme. Esto también envía un mensaje a la vejiga, a través de los nervios, que la salida de la vejiga está cerrada, por lo que debería esperar para vaciarla.
  4. Distraiga su mente lo más que pueda. Por ejemplo, algunas personas comienzan a contar en forma regresiva, pero cualquier forma de distracción mental o relajación es buena.
  5. Cambie su posición si esto disminuye la sensación de urgencia. Algunas personas notan que inclinarse hacia delante les ayuda un poco.
  6. Quédese quieta cuando sienta el deseo fuerte de orinar súbitamente y controle la urgencia. No podrá́ aguantar, permanecer en control, y correr al baño, todo al mismo tiempo.
  7. Trate de no saltar o moverse arriba abajo en el mismo sitio. El movimiento se transmite a la vejiga y hace que el problema sea más serio.

 

¿Qué tan efectivo es el reentrenamiento vesical?

El entrenamiento vesical (y el entrenamiento de los músculos del piso pélvico, cuando sea apropiado) ayuda a 1 de cada 2 a 3 mujeres con incontinencia de urgencia. Recuerde que cuando usted ha reentrenado satisfactoriamente a su vejiga hacia los buenos hábitos, usted debe practicar estos hábitos para el resto de su vida.

Consejos adicionales para ayudar en el control vesical. A veces existen otros cambios que usted puede hacer que la ayudaran a mejorar el control vesical.

Si usted tiene sobrepeso, tiene problemas que le hacen toser a menudo (ej.: asma, bronquitis) o sufre de estreñimiento, usted debería discutir esto con su médico, fisioterapista o consejero de continencia, ya que todas estas condiciones pueden empeorar la pérdida de orina. Algunos medicamentos hacen más difícil el control de la vejiga y usted debería revisarlo con su médico si alguna de estas situaciones le preocupa.

Tome líquidos en cantidad normal, al menos 6 a 8 vasos (1000 a 1500 ml) de líquido por día a menos que sea indicado en forma diferente por su médico. Si usted toma muy poco, la orina se hace muy concentrada. Esto irrita a la vejiga y hace que deba vaciarla con más frecuencia aunque tenga poco volumen. La falta de líquidos también puede conducir a infecciones urinarias.

No tome todos los líquidos de una sola vez. Espacie la ingestión de líquidos durante el día. Si toma mucho de una sola vez, podría experimentar la necesidad de ir al baño con urgencia, al poco tiempo.

Algunas bebidas parecen irritar la vejiga y hacen que desee ir al baño con más frecuencia. Usualmente, estas son las bebidas alcohólicas y las bebidas con cafeína como: café́, té, refrescos de cola, bebidas achocolatadas y bebidas energéticas; reduzca las bebidas cafeinadas a 1 o 2 tazas al día.

Evite tomar líquidos dos horas antes de ir a dormir ya que esto aumenta las posibilidades de levantarse en las noches para ir al baño.